Saturday, March 25, 2006

Los inferi, los espeluznantes muertos vivientes: ¿las únicas criaturas de los hechiceros oscuros que existen?

Quien se haya leído ya el sexto libro de Harry Potter, habrán visto que se habla de unos extraños seres llamados inferi. A quien no se haya leído el libro, y lo entendemos, porque es muy nuevo, se lo explicaremos: son cadáveres de la gente que ha matado el Señor Tenebroso y que éste utiliza como si fueran vulgares marionetas mediante magia oscura. Hace que se muevan, que anden, que le obedezcan y que ataquen a todo aquel que no se le una. No hay distinciones: hombres, mujeres, adultos, viejos, magos poderosos en vida, muggles, y hasta niños. La pregunta es: ¿estamos a salvo de ellos? ¿No han existido nunca hasta que se publicó el libro en febrero? Hemos de temernos que no, ya ha habido más criaturas así de horribles.

El África negra, donde nunca ha llegado la cultura y la civilización, donde no tienen más medio de vida que la caza y el ganado, es el mejor lugar donde desarrollar mitos y leyendas llenas de misterio, ya que los humanos no tienen medios para explicar lo que ocurre a su alrededor. Allí, los brujos emplean todo tipo de hechizos y ritos para curar a los enfermos, para alejar a los malos espíritus... Sí, allí se cree mucho en los espíritus, y casi todos son malos, que tratan siempre, sin descanso, de hacer el mal a los hombres. Y también hay hechiceros malvados. Ellos usan su magia para hechizar a los hombres de los modos más horribles (el ébola, la malaria, la lepra...). Y su forma más macabra de mal es usar a los zombies. Los hechiceros cogían el cadáver ya descompuesto de un hombre, y lo resucitaban, creando a una criatura que no podía morir, lanzaba terribles maldiciones a los hombres, los transformaba en uno de ellos si les mordían, no conocían el miedo, no podían ser parados, no conocían el dolor. Había una manera de librarse de su mal, y era la sal. La sal, que evita la podredumbre (algo que los zombies sufren), si les tocaba, les obligaba a "volver a la tumba para no regresar a la Tierra jamás". Si se creaba un círculo de sal, éste no podía pasarlo. Pero en África la sal es escasa, muy escasa; y todavía más valiosa, por lo que si lo veías, tenías que huir.

Podemos observar que, de nuevo, J.K. Rowling se ha aprovechado de un mito muy conocido por todos nosotros, para dar el toque y la forma que su libro necesitaba. No se trata de algo que la escritora más famosa del mundo haya sacado de su imaginación, sino que ha cogido a estos seres y no ha hecho sino cambiarles el nombre para poder terminar el libro que tanto hemos esperado y que tanto nos gusta a todos. Para quienes tengan sed de ver más relaciones de los libros de Harry como ésta, sólo tienen que mirar hacia abajo en esta página.